
Las cosas empezaban a tornarse un poco gris, el vinculo familiar dejaba de serlo, convirtiéndose asì en una familia disfuncional.
Alex desde su niñez la paso mal, su vida no fue fácil, aunque supo levantarse y continuar... era todo un Héroe. Supo tragarse el miedo, la desazón, la frustración y la soledad.... esa soledad que a lo largo de los años, fue su única y leal compañera.
Era un 24 de septiembre, de aquel año que no vale la pena recordar... la navidad comenzaba a sentirse, el espíritu de tan simbólica fiesta se hacia presente en cada familia, menos en las disfuncionales.
El pequeño Alex de apenas 13 años, esperaba ansioso que cayeran las 12 del 25, no solo por los regalos, también porque era la única fecha en que papá y mamá no peleaban.
9.00 P.M
La mesa ya estaba decorada, el chocolate estaba caliente y el pollo esperaba ansioso salir del horno, eso era lo que se decía en la mente Alex mientras caminaba a su casa, esperando encontrar su ropa lista para ponersela. Al llegar a su casa, se dio con la sorpresa de que su puerta estaba cerrada, las luces apagadas y por mas que tocaba brutalmente, nadie salia a recibirlo. Las horas pasaban, pasaban y pasaban......, Alex sentado en una banca al frente de su casa esperaba ansioso que sus padres llegaran, cuando de pronto las campanas retumbaron, los niños salìan de sus casas emocionados con sus "cuetes" y sus padres detrás de ellos para cuidar que no se lastimaran, mientras Alex totalmente sucio, seguìa esperando que sus padres lleguen.
Media hora después de las 12, totalmente embriagados aparecieron los flamantes padres, Alex corrió a abrazarlos para desearles una !Feliz Navidad!, mientras ellos buscaban la llave para entrar y dormir.
Al entrar a la casa, el pequeño después de acostar a aquellos bultos, se paro frente a su ventana a llorar desconsoladamente, esta no había sido su mejor navidad.
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