Note que mis tetillas se igualaban a los senos de aquellas curvilíneas chicas que destruían la autoestima de otros con sus espectulares cuerpos. Sentía como las "llantas" formadas en mi voluptuosa anatomía eran motivo de mofa por parte de mis "amigos" de la escuela e incluso de mi familia.
No comprendía porque recién empezaba a sentir vergüenza de mi cuerpo. Ahora lo entiendo bien, el motivo era la llegada de la pubertad a mi vida.
Mi meta era clara, adelgazar cueste lo que cueste, sin importar la manera.
¿Dietas?, noooo, mi fuerza de voluntad era nula.
¿Ejercicios?, demasiado flojo para esas cosas.
¿Liposucciòn? no hay plata para eso.
Que tal comer , comer y seguir comiendo, luego correr al baño, introducir mi dedo a la garganta para "regresar" el desayuno, el almuerzo y la cena. Eureka!, esta es la forma como lograré ser talla 30 de pantalón, y poder dejar de lado esas enormes camisas que comparto con papá.
Meses después de iniciado mi "ejercicio" pude ver los resultados, por fin visualizaba mi ombligo, estaba satisfecho, mi amiga Anorexia me estaba ayudando.
Los años siguieron su rumbo, yo ya me estaba cansando de esto, mi meta estaba cumplida pero parece que la anorexia no lo entendía o tal vez yo no veìa que ella me estaba matando lentamente, de forma descarada, pero complaciente, ya que consiguió devolverme la autoestima.
Las consecuencias de mi estupidez se hicieron presente varios años mas tarde, cuando después de almorzar me fui tranquilamente a tomar mi siesta, de pronto un fuerte dolor en el estomago me levanto abruptamente.
No dije nada porque creía que ya pasaría, pero no fue asì, el dolor continuo por varios días, hasta que entendí algo: era hora de ver a un doctor.
Ingrese al consultorio con mamá, adentro nos esperaba el matasanos, me pregunto algunas cosas y luego me pidió que me levante el polo.
Levantarme el polo?, no, que vergüenza, aún me sentía gordo, a pesar de que mamá decía que estaba demasiado flaco. No tenia de otra, asì que me levante el polo, un liquido muy frió cayó sobre mi estomago y ecògrafo en mano el matasanos comenzó su trabajo.
Luego de varias horas y algunas muestras de sangre, salió el resultado: Gastritis.
A partir de ese momento me dije No!, ya conseguí lo que quería, ahora estoy delgado, debo dejar de hacer lo que hacía, si es que quería seguir viviendo y dejar de lado ese aspecto enfermizo que tenìa.
Hasta ahora no se bien si he logrado alejarme de mi ex amiga Anorexia, por ratos acudo a ella, pero luego entiendo que me hace daño.
Quieres seguir conociendo más de mí?
ENTONCES NO ME PIERDAS EL RASTRO
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